"Un átomo consiste 99.999999999% en espacio vacío. Si quitas este espacio vacío de todos los átomos de todos los humanos, toda la humanidad cabe en un cubito de azúcar. " "En cuanto a la materia, todos hemos estado equivocados. Lo que hemos llamado materia es energía, cuya vibración ha sido tan rebajada como para ser perceptible a los sentidos. No hay materia." - cita atribuida a Albert Einstein Los átomos en tu cuerpo son 99.999999999% espacio vacío y ninguno de esos átomos son los mismo con lo que naciste, pero todos se originaron en el centro de un estrella. Pero he aquí la parte interesante en donde entra este tema de la invisibilidad: Un átomo está compuesto en su núcleo por protones y neutrones, y en su órbita habitan los diminutos electrones, y lo interesante del caso es la distancia que existe entre los electrones y el núcleo... Para que tengan una idea, si un núcleo de un átomo fuera del tamaño de una pelota de boliche, los electrones estarían flotando en órbita a una distancia de unos 18 kilómetros (11 millas), y no solo eso, sino que un electrón sería del tamaño de la puntita de un alfiler. Y en medio de todo eso, solo existe espacio vacío. Y más asombroso aún, existen distancias similares entre un átomo y otro. En otras palabras, una manera de imaginarnos el universo de los átomos en escalas de nosotros los humanos es pensar que existen muchas bolas de boliche flotando en el espacio, a una distancia de unos 50 a 100 kilómetros de distancia unas de otras, y en el medio de ellas unas diminutos cabezas de alfileres flotando rápidamente. Si se pueden imaginar eso, entenderán que en la realidad los espacios son tan amplios entre los electrones y el núcleo, y entre un núcleo de un átomo y otro, que en realidad sobre el 99.9999999% de todo lo que creemos ver como sólido es en realidad transparente. Es una ilusión. Pero, ¿y de dónde proviene esa ilusión? ¿y por qué percibimos el mundo así? Pues la respuesta es bastante sencilla: Evolucionamos así porque esa es una forma óptima de nuestras mentes poder manipular el mundo a nuestro alrededor. La razón por la que vemos con nuestros ojos, es porque ondas electromagnéticas interactúan en miles de millones de veces por segundo con el material que conforma nuestro ojo, y gracias a la dualidad de la naturaleza en donde toda onda es también una serie de partículas, somos capaces de captar esos fotones de luz que rebotan y saltan por todos lados hasta llegar a nuestros fotosensores en la retina. Cuando eso ocurre, nuestro cerebro capta solamente "la gran imagen" abstracta que conforman los patrones del mundo, en vez de los pequeños detalles, en esencia haciendo que el cerebro "rellene" los espacios de la realidad, ofreciéndonos una visión "sólida" del mundo. Y si se encontraron esto curioso, otro dato curioso es que incluso los colores que percibimos del mundo son totalmente inventados por nuestra mente, ya que los colores tampoco existen, sino que son una herramienta más fabricada por nuestras mentes para sacarle sentido al mundo. ¿ENTONCES, REALMENTE NUNCA TOCAMOS NADA? Pues sí, esencialmente. Cuando abrazas a alguien, lo que sientes no son los átomos que constituyen a esa persona, sino la fuerza electromagnética causada por los electrones de ambos empujando. El tamaño de un átomo depende de la ubicación promedio de sus electrones, es decir, el espacio que hay entre el núcleo y la coraza externa del átomo. Los núcleos suelen ser 100 mil veces más pequeños que los átomos en los que están contenidos. Si el núcleo tuviera el tamaño de un cacahuate, el átomo tendría el tamaño de una cancha de futbol. Si redujéramos todo ese espacio vacío entre nuestros átomos, cada uno de nosotros encajaría perfectamente en una mota de polvo, y los más de 7 mil millones de seres humanos que habitan el planeta encajarían en el volumen de un cubo de azúcar. Fuente: El Rincón de la Ciencia, Tecnología y el Conocimiento Para hacer más fácil las cosas, podríamos recurrir a la analogía del ventilador. Cuando ves un ventilador apagado, es fácil darte cuenta que existe un montón de espacio entre cada una de sus aspas; sin embargo, en el momento que ese ventilador se enciende a alta velocidad, tenemos la sensación de que las aspas forman un gran disco sólido. Así que no lo olvides: prácticamente todo a nuestro alrededor, incluso nosotros mismos, está constituido por átomos con grandes espacios aparentemente vacíos, y no puedes atravesar paredes por la misma razón que no es buena idea meter la mano en un ventilador en movimiento. Los comentarios están cerrados.
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